Ellos amputaron
tus muslos de mi cadera.
Cuando se trata de mí
todos son cirujanos.
Nos desarmaron
uno del otro.
Conmigo siempre son ingenieros.
Lástima. Éramos un buen invento
amoroso: un avión hecho de hombre y mujer,
con alas y todo.
Fue poco lo que pudimos despegar del suelo,
pero volamos.
2 comentarios:
muy bueno che
Aterrizaste en el parque aereo, gab! con este poema me tomé el permiso de cambiarle el final. Y queda mejor, pues decía: "Poco volamos"... abrazo!
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