Si vas arrojarme al río
pensá que no sé
nadar
además todo
indica que estoy vivo.
Salvo lo
opuesto.
Que yo sepa
viajar en el baúl del auto
no te da derecho
a trastocar
mi recorrido a
la fama.
Al menos tuvieras
la delicadeza
de hacerme ingerir
alguna pastilla
que haga perder
un poco más el conocimiento.
La idea de
provocarme un infarto
no está mal
al
parecer buscás inmediatez.
Te sugeriría
aumentar la graduación alcohólica
de mis
aperitivos
infusiones y
todo lo que se pueda tomar.
Y si le agregás cualquier
clase de tabaco
mientras sea
herbáceo
malva loca está en la lista.
Que no falte
grasa de cualquier mamífero
carnoso que
habite en la tierra
lo más salado
posible.
Ahora pregunto,
cómo llegamos a esta situación?
Íbamos bien
vos un huracán
yo un ciclón
vos una peste
yo un tifus
vos una tormenta
en el océano
yo el meteorólogo
equivocado.
Nos parecemos. Te das cuenta.
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