21.5.13

COSMOPOLITAN .INC


Si vas arrojarme al río
pensá que no sé nadar
además todo indica que estoy vivo.
Salvo lo opuesto.

Que yo sepa viajar en el baúl del auto
no te da derecho a trastocar
mi recorrido a la fama.
Al menos tuvieras la delicadeza
de hacerme ingerir alguna pastilla
que haga perder un poco más el conocimiento.

La idea de provocarme un infarto
no está mal
al parecer buscás inmediatez.
Te sugeriría aumentar la graduación alcohólica
de mis aperitivos
infusiones y todo lo que se pueda tomar.
Y si le agregás cualquier clase de tabaco
mientras sea herbáceo
malva loca está en la lista.
Que no falte grasa de cualquier mamífero
carnoso que habite en la tierra
lo más salado posible.

Ahora pregunto, cómo llegamos a esta situación?
Íbamos bien
vos un huracán   
yo un ciclón
vos una peste
yo un tifus
vos una tormenta en el océano
yo el meteorólogo equivocado.

Nos parecemos. Te das cuenta.
   
   

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