pero él, con una sonrisa respondió
que “tal vez no se podía”,
pero no diría eso hasta que lo intentara.
Así que se puso a trabajar
con el esbozo de una sonrisa en el rostro.
Si le preocupaba… no se notaba.
Comenzó a pensar mientras se enfrentaba
al asunto que “no puede hacerse”. Y lo hizo.
Alguien dijo: “Oh, nunca lo harás”.
“Al menos nunca nadie lo ha hecho”.
Pero él se quitó el abrigo y el sombrero,
y lo primero que supimos fue que comenzó a hacerlo.
Levantando el mentón y con una sonrisa,
sin dudar ni desconfiar,
comenzó a pensar mientras se enfrentaba
al asunto que “no podía hacerse ”. Y lo hizo.
Hay miles que te dicen que no puede hacerse,
hay miles que profetizan el fracaso,
hay miles que te señalan uno por uno los peligros
que esperan a asaltarte.
Pero tú ponte a trabajar con una sonrisa
quítate el abrigo y ponte a ello;
empieza a pensar mientras te enfrentas
al asunto que “no puede hacerse”. Y lo harás.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario