y los de mármol ojos tan serenos,
he arrimado mis sienes a tus senos
como una rama en flor entre dos nidos!
¡Oh, el sentimiento grave que me llena
al no escuchar latir tu carne fría
y saber que la piedra te condena
a no tener latido en ningún día!
¡Oh, diamante arrancado a la cantera,
tu forma llena está de Primavera,
y no tienes olor, ni luz, ni trino!
Tú que nunca podrás cerrar la mano,
tienes, en gesto de cariño humano,
la única mano abierta en mi camino.
1 comentario:
Me hizo acordar a los poemas de Becker
Publicar un comentario