31.10.13
ÉSTA NO ES ÉPOCA PARA CORTESÍAS
Mi hermana se prueba pelucas
en los grandes almacenes.
"Dejáme probar a mí" -digo yo.
"No", dice ella, "No quiero que mi hermano
haga de travesti".
Y así ella se prueba los modelos
moviéndolos
por el pelo, por fin,
de starlet a
un regio Kennedy barrido al viento
mientras que yo, atrapado por las convenciones
me quedo inmovil y sigo con el mismo aspecto.
Y ella, como le faltan $34.95,
también queda igual.
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