QUERIDA LU

Desde que pasó esa locura de
la enfermedad y
después un intento de suicidio exitoso
hizo el resto
no me explico tanta ausencia
de tu parte.
Estabas crítica, lo sé
fastidiosa también, con que "no íbamos a llegar a nada".
Esperabas más de ese futuro
que de mí
y de mí sólo depende mantenerme vivo.
Parece que ya no voy a tener
tu sección de espectáculos
ni que armes revuelo
por el incendio de
nuestro campamento
menos viajar en el 97 hasta donde sea.
La pasábamos bien, creo
en la guardia
o de regreso en un Rutamar
y en el baño de un ciber hotel.
Vos tenías que tomar de más
tomador hombre
                         tomador mujer
a quién le caía mal?
Y te quise así
llevándome a comprar en
un Torino rubio a
las cinco de la mañana
por el camino negro
y sentir pánico a tener miedo distinto
a perder todo en un viaje.
Hice un trato a
que vos lo hacías mejor a una chica
y yo le creía a tu lengua
inventaba coartadas
para que no te echen el guante los fiscales
digamos
hacía frecuente lo insostenible.
Y se te dejó de ver en el noroeste
no tanto en el Muñiz
o sea el recorrido de tus cosas.
Creéme, sabía que eras de mentira
muchas primicias en tu espalda y
el boom del momento
más abajo
un Loch Ness para mí solo.
Mirá Lu
que me hayas dejado no duele
el dolor es por el abandono
te creía una francesa completa
además de un camino de tierra
y una aguja de telas de araña
que sé yo
cada vez entiendo menos
fuiste y será
mi paro cardiorespiratorio.