Vamos, viejo, ven a pintar conmigo en el bosque,
los campos de patatas, ven, pues,
a galopar conmigo detrás de la carreta y el pastor,
vente conmigo a ver los fuegos,
a tomar un baño de aire puro
en la tempestad
que sopla
sobre la floresta.
Ven a meterte en el verde.
Yo no conozco el provenir,
si hay que esperar un cambio o no,
o si tendremos el viento con nosotros,
pero en todo caso no puedo hablar de otra forma;
no es en París, no es en América donde hay que buscar,
todo es eternamente parecido.
Cambia, en efecto, pero es en el campo donde hay que buscar.
10.3.11
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario