17.1.11

LA ÉGLOGA PROFANA

Una granja soleada. Labriegos y cantos.
Las callejas,
banderizadas
de chicuelos reidores,
se enloquecen y disparan
del mercado a la taberna;
de una esquina a otra esquina.

Se prolongan y agachan.
Danzan
hasta el medio día;
luego abren sus bocas,
se tragan el sol;
y estiran sus brazos
tatuados de cosas
y se duermen dulcemente.