25.3.10

Ozymandias

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Conocí a un viajero de un antiguo país

que dijo: «dos enormes piernas de piedra

se yerguen sin su tronco en el desierto...

junto a ellas, en la arena, semihundido

descansa un rostro hecho pedazos, cuyo ceño

y mueca en la boca, y desdén de frío dominio,

cuentan que su escultor comprendió bien esas pasiones

que todavía sobreviven, grabadas en la piedra inerte,

a la mano que se mofó de ellas y al corazón que las alimentó.

Y en el pedestal se leen estas palabras:

"Mi nombre es Ozymandias, rey de reyes:

¡Contemplad mis obras, oh poderosos, y desesperad!"

No queda nada a su lado. Alrededor de las ruinas

de ese colosal naufragio, infinitas y desnudas

se extienden las solitarias arenas.»

1 comentario:

ojodefuego dijo...

acaba de ocurrir algo raro,
quien dijera, un milagro.
leí palabras tuyas y dije
estas son mías,
resultó que las había escrito mañana