27.3.15

Software & hardware


Hoy
recuerdo con ternura
el día
en que mamá
visiblemente preocupada
por la eterna crisis económica de los 90
me preguntó
si aquel disco rígido de 260 megas
era
realmente
lo que yo más quería en el mundo.


Y yo
sin dudarlo un segundo
le contesté
que
sí.

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